La Torre en su forma exterior se percibe como
un esbelto prisma de cristal; en su volumetría, la
textura los balcones y la retícula de la estructura de
acero, le brindan una notoria limpieza y calidad a
su diseño.
Los cálculos y diseños estructurales de la Torre
estuvieron realizados por un grupo experimentado
de especialistas altamente calificados en la materia,
quienes debieron considerar en forma precisa
todos los posibles esfuerzos a los que pudiera
estar sometido un edificio de esta magnitud, como
factores sísmicos y de viento, además de cargas
gravitacionales y accidentales.
Se desplantó la cimentación sobre una superficie
de roca basáltica sólida con una gran capacidad de
carga y con elementos estructurales que cumplen
con márgenes amplios de seguridad.
La estructura es un diseño innovador
predominantemente de acero con columnas en
el perímetro del edificio, así como un grueso
muro de concreto central a lo alto de la Torre que,
actuando como una columna vertebral, minimiza
los movimientos y vibraciones a niveles muy por
debajo de lo que permite la norma para un edificio
de esta altura.